La discapacidad laboral

la discapacidad laboral

En un principio tenía pensado escribir este post de una manera muy cruda y directa, pero me di cuenta que al hacerlo podría dejar en una situación comprometida a personas, entidades y empresas, por eso decidí que la mejor manera de hacerlo es comentar desde un punto de vista lo menos hiriente posible; se hace difícil porque dentro de estas letras también hay parte de mi historia, pero intentaré hacerlo de la mejor manera posible.

No es mi intención atacar a nadie en concreto, sino mas bien, intento mostrar la realidad del mundo laboral cuando de discapacidad se trata. La finalidad del título es reflejar la situación real del sector laboral frente a las personas con discapacidad y viceversa, pues desde ambos lados existen responsabilidades.

Me parece oportuno tratar el tema comenzando primeros por las empresas, luego por los Centros Especiales de Empleo y en tercer lugar, las personas discapacitadas.

Desde las empresas existe una creciente demanda empleados con discapacidad, en parte gracias a la coyuntura económica, a los empleadores les resulta mas rentable un trabajador con discapacidad que sin ella, el problema surge cuando lo que se contrata es un certificado de minusvalía y no un trabajador. Esto significa que hay empresas a las que aparentemente les da igual el perfil que se contrata siempre y cuando posea un 33% mínimo de minusvalía, en parte para ahorrarse ciertos gastos y en parte también para cumplir con la (anticuada) LISMI.

Otro fallo de las empresas es que forman deficientemente o no forman a los mandos ni al personal de base para que sepan como tratar con una persona discapacitada dentro.

Por otra parte, la gran mayoría de los contratos de este tipo están escritos de un modo muy genérico, sin tener en cuenta si las labores a realizar pueden afectar o no al trabajador en función de su discapacidad; un ejemplo de esto puede ser que a una persona con problemas de audición se la ponga a realizar el mismo trabajo que a otra con problemas de espalda, sin tener en cuenta (en dicho contrato) que uno podría necesitar unas condiciones de descanso más flexibles que el otro, un error muy común y en el que los departamentos de RRHH no reparan.

También hay empresas que no contratan personas con discapacidad, existe la creencia que un discapacitado podría ocasionar problemas, faltar y en ocasiones los perfiles que incluyen en su C.V. que poseen una minusvalía son rechazados, sin importar la capacidad para realizar las labores en cuestión.

Los llamados C.E.E. cumplen una función social muy buena, ya que fomentan la inclusión de las personas con diferentes discapacidades dentro de un entorno laboral, pero a la vez pecan de obsoletos en más de un caso.

Quisiera enumerar algunos de los errores más frecuentes de los C.E.E.:

* Sueldos bajos. Los salarios de muchos de los trabajadores de estos centros roza el mínimo interprofesional, provocando descontento desde algunos sectores de los mismos. Recuerdo que una vez indagué acerca del por qué de ésta cuestión y se me respondió diciendo que se debe a que muchas de las personas trabajadoras poseen una pensión, aduje que en mi caso no recibo nada de dinero por mi discapacidad, pero nuevamente se me argumento que así era el reglamento.

* Trabajos mecánicos e infravaloración. Es cierto que muchas de las personas empleadas en los diferentes centros poseen discapacidades físicas o mentales graves y que realizar un trabajo de estilo mecánico es la mejor forma de aportar, pero la realidad muestra también que existen talleres donde se agrupan a personas de diferentes tipos y niveles de minusvalía haciendo tareas mecánicas, lo que impide que aquellos que tienen capacidades para realizar otro tipo de trabajos no los hagan, relegándoles a un puesto inferior a sus propias capacidades. Aquí hago un alto ya que se que se me puede responder diciendo que encima que dan trabajo… yo no me quejo de eso ni nada por el estilo, simplemente expongo que no se explotan las capacidades y el potencial de algunas personas al tenerlas haciendo labores manuales en cadena constantemente. También hay centro dedicados a diferentes áreas, en los que se ofrecen un abanico de posibles empleos a las personas, donde únicamente se tiene en cuenta si se encuentra físicamente apto o no para realizar dicha labor, dejando totalmente de lado su curriculum y capacidades.

* Desigualdad en la toma de decisiones. Existen C.E.E. donde una parte considerable de los puestos de mandos intermedios y jerárquicos no están conformados por personas discapacitadas, de hecho se de alguno que en las ofertas que publica para ocupar puestos de mandos no pide personas con discapacidad.

* Inclusión ineficaz en otro tipo de empresas. Muchos de los C.E.E. practican la inclusión en empresas formales, el problema aquí reside en las empresas receptoras, pues muchas veces no están preparadas para recibir a una persona discapacitada, lo que conlleva problemas de integración. Las veces que esa integración es satisfactoria, el trabajador, al ser discapacitado tiene menos oportunidades, ya sea para que se le realice un contrato indefinido o en caso de suceder esto, su discapacidad actúa como un estigma dificultándole la mejoría en su carrera profesional; un ejemplo de ello es la dificultad añadida que tienen las personas discapacitadas para ser promocionadas. Aquí el error reside tanto en la empresa receptora (por no desarrollar una correcta ética de inclusión) y en los C.E.E. ( por no brindar herramientas ni recursos para que la integración real sea posible). Puede haber responsabilidad también por parte del trabajador, pero considero que es mínima en comparación con el deber de las empresas, ya que son éstas las que deciden el futuro laboral del mismo.

Por parte de las personas discapacitadas también existe una cuota de responsabilidad. Muchas veces por cuestiones de necesidad, otras por baja autoestima, pero se posibilita prácticas como el mobbing, se piensa que por ser minusválido se es un trabajador de segunda, se toleran circunstancias que de no existir un certificado de discapacidad de por medio, no sucederían.

Es importante para una persona discapacitada cambiar la actitud, perder el miedo a incluir la discapacidad en el curriculum, afrontar la situación personal y asumirse tal como uno es, pues lo que vemos de nosotros es lo que los demás percibirán.

Añado también que llama mucho la atención como a pesar de que existen varios colectivos de personas discapacitadas, ni desde el gobierno ni desde algunos de los más importantes agentes sociales se propone la modificación y actualización de la LISMI.

Lo expuesto es este post no trata de hacer un campaña de sensibilización, sino de plasmar realidades con la finalidad de que comiencen a realizarse políticas de inserción e inclusión que faciliten y promuevan la integración real de las personas discapacitadas dentro del medio laboral.

10 comentarios en “La discapacidad laboral

  1. Hola Jesús, estoy totalmente de acuerdo en todos lo puntos que has tratado. No tengo nada que añadir. Son todos ciertos y es más creo que hasta te has quedado corto a la hora de decir la verdad, lógicamente ser muy duro puede llevarnos consecuencias por lo que te entiendo perfectamente.
    Las personas como tú y yo que no percibimos ningún otro sueldo, salvo en que realicemos estamos totalmente vendidos, quiero decir que a la hora de buscar un trabajo te consideran igual que otra persona, pero con discapacidad, lo cual a la hora de encontrar un trabajo no vas a poder acceder a todos los puestos que existen, me explico yo tengo una discapacidad desde el año de vida, y si encuentro un trabajo fenomenal, pero si no lo encuentro ¿a qué me puedo acoger? A nada, porque no hay. Sin embargo las personas que tienen una incapacidad reconocida por un accidente o enfermedad en el trabajo, aunque sea muy pequeña tienen una pensión, cosa que nosotros no tenemos, bueno si tenemos una opción ir a pedir a la esquina de la iglesia.
    Con esto que he dicho no quiero que se mal interprete y que quiera tener más derechos que otras personas con discapacidad, pero si se debería contemplar la situación de cada persona. Yo por suerte o desgracia no me quieren dar la incapacidad porque cuando empecé a trabajar hace 25 años ya tenía mi enfermedad, claro ellos no cuentan que pasado ese tiempo las personas vamos cuesta abajo y que lo que hace tanto tiempo tu podías realizar, ahora ya no lo puedes hacer, y eso no se valora, con lo cual caes en un desamparo total.
    Bueno Jesús espero no haberte sido muy pesado. Te comprendo totalmente y lo dicho ratifico todas y cada uno de tus apartados que has comentado.
    Recibe un cordial saludo
    José

    • Hola José, gracias por tu opinión. Me gusta saber que hay personas que comparten mis pensamientos acerca de este tema. La integración la hacemos entre todos y cuanto más hagamos, más cerca estaremos de llegar a ese objetivo. Un saludo.

  2. La verdad es que comparto la gran mayoría sobre todo los CEE, son un poco explotadores, sueldos bajos y sacan mucho trabajo para tan poco sueldo y si, si no fuera por las subvenciones nos comeríamos los mocos muchos, triste realidad. No tienen ni idea muchos empresarios de lo que somos capaces de hacer y la superación que tenemos. Un saludo.

  3. Los CEE pueden contratar a un 30% sin discapacidad o como bien dices que conoces a algunos que publican sin poner discapacidad, es que tienen varias empresas y hacen que sean contratadas en otras empresas que no son CEE pero que trabajaran para el CEE. Es una práctica muy habitual, en las grandes empresas que ahora han creado CEE. El otro tema el convenio de trabajadores, que está fuera del estatuto de los trabajadores con lo cual, no hace falta que te cuente nada más no? Aquí depende del la ética del empresario, que si considera que debes cobrar como una persona como otra cualquiera o aplicar el convenio y pagarte lo que estipule el convenio. Lo que no tiene lógica es que si en la empresa matriz, pagan por un administrativo 1200 brutos al mes, el mismo trabajo en el CEE creado por la empresa matriz, le paguen 641 y encima se ahorra los costes de la seguridad social y recibirá una subvención de la comunidad autónoma de 325 euros mensualmente. MI planteamiento sería proponer que los CEE paguen los salarios igual que obligan a las ETT a pagar según convenio empresa que contrate y se acabarían los «chanchullos». Saludos

    • Hola Mar, gracias por tu comentario. Como bien dices, todo «depende de la ética del empresario», si se actúa de esa manera es porque la legislación vigente lo permite, tal vez habría que empezar por ahí. Un saludo!

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  6. En general, el artículo refleja buena parte y a grandes rasgos de la realidad. La verdad muy interesante.

    Ahora me parece importante comentar el lenguaje, sinceramente en varios trazos obsoleto. A veces nos parece irrelevante, pero el lenguaje, la comunicación y como nos interpretan el resto o como significan la expresión de lo que somos es al final lo que asimilan que somos: mejor personas con discapacidad que personas discapacitadas, mejor discapacidad para expresarnos del término que minusvalía,… O en otras partes: grado de discapacidad. Tal ves lo ideal será que un día hablemos tanto de discapacidad, personas con discapacidad y diversidad funcional (pero entiendo que hay aún debate).

    Finalmente, vamos tendiendo a hablar de inclusión y no tanto integración, por que lo último es un nivel intermedio de un objetivo final (inclusión) que es que las personas con discapacidad forman plenamente de la sociedad y donde su condición no implica diferencia en derechos y capacidades. El ejemplo lo tienes en el ámbito laboral donde las personas con diversidad funcional están entre la exclusión, la segregación (cada uno en lo suyo) y la integración (juntos pero separados, por que aun se nos e tiende diferentes).

    Entiendo el reparo de señalar lo malo, señalamos lo bueno que lamentablemente no es mucho. Por que así lo que está mal verá, tal ves que debe cambiar

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